La limpieza de la habitación es pésima. Estuvimos allí 4 noches. Todos los días recogían por encima, pero, uno en concreto, al volver al hotel sobre las 17:00h nos encontramos que la habitación no estaba limpia, y nos dijeron que habían tenido problemas con el servicio de la limpieza. Nuestra sorpresa, es que el servicio de limpieza es el hombre de la recepción! La dueña del hotel no nos recompensó, ni se hizo cargo de lo ocurrido. Tuvimos que recoger nosotros. El desayuno es muy básico; 2 tostadas de pan bimbo, 2 lonchas de queso, 2 zumos de bote, y el café que imaginamos que sería bueno... el peor de Roma. Me lo hubiese ahorrado, y hubiese ido a cualquier cafetería. Otro inconveniente es el idioma para comunicarse con ellos. Sobre el hotel, es un piso con varías habitaciones, allí te cruzas con los vecinos del bloque. En las fotos que tienen publicadas dan la imagen de que el edificio es un hotel, y no! Lógicamente no volveremos ni lo recomiendo.